El jamón ibérico, aparte de ser un producto estrella de nuestra gastronomía española, ha dado lugar a miles de curiosidades y leyendas a lo largo de la historia. Te contamos 10 curiosidades del jamón ibérico que quizás desconocías y que te sorprenderán.
Su origen
Comencemos por el principio. ¿Cuál es el origen de este producto tan genuino de nuestra gastronomía?
Fueron los romanos los que empezaron a conservar las patas de cerdo, dando lugar al primitivo jamón. Según cuenta la historia, se halló un jamón fosilizado de casi 2.000 años de antigüedad en la ciudad de Tarragona, antigua Tarraco.
¿Por qué se les llama pata negra?
Si eres fans del jamón, seguro que has escuchado que los ejemplares de pata negra son los de mejor calidad. Esto se debe a que los cerdos ibéricos con padre y madre de raza tienen las patas negras. Sin embargo, otros cerdos, con 75% o con 50% ibéricos, no tienen las pezuñas de este color.
Aún así, este factor puede ser alterado con pintura, por lo que se recomienda ver también otros factores como el color de la capa de grasa que se encuentra justo al cortar la piel del jamón.
¿Por qué se cuelgan los jamones?
Otra de las curiosidades del jamón ibérico, es por qué se cuelgan. ¿Te lo has preguntado alguna vez? Es muy común ver en tiendas de alimentación, o restaurantes, los jamones y los embutidos colgados. Esto se debe, según fuentes históricas, a que durante los siglos XVI y XVII ya se llevaba esta práctica, en especial en los locales de los pequeños productores cristianos. Estos colgaban los jamones en la entrada como símbolo de decir “soy cristiano”, una especie de saludo para diferenciarse de los musulmanes y evitar líos con las autoridades.
Pero lejos de lo que pueda decir la historia, la explicación es más sencilla: los jamones se cuelgan para favorecer su ventilación y eliminar así la humedad y grasa sobrante. De hecho, los sombreritos que muchas veces ves colocados justo debajo de los jamones, se utilizan para recoger toda esa humedad que filtran las piezas.
Tapar el jamón con un paño
Seguro que en más de una ocasión, has visto en casa tapar el jamón ibérico con un paño como una forma de conservar la pieza en buen estado.
En este sentido, lo ideal es usar la propia corteza del jamón para taparlo. De esta forma, al estar en contacto con su propia grasa, evitamos la oxidación. No obstante, es recomendable no dejarlo mucho tiempo así porque puede llegar a adquirir un toque rancia.
La tapa de jamón: su origen
¿Quién dice que no a una tapa de jamón? La tapa es sin duda una de las señas de identidad de nuestra gastronomía. Ir de tapas se ha convertido en un hobbie que cada vez gana más seguidores.
Y sin duda, la tapa de jamón ibérico es una de las más solicitadas. Una de las hipótesis del origen de la tapa de jamón nos traslada a la época del Rey Alfonso XIII. Cuenta la historia que el Rey se encontraba en Cádiz y se paró en una venta a tomarse un vino de Jerez. Se levantó aire y con el peligro de que se le llenase la copa de vino de arena, el ventero cortó una loncha de jamón y la puso sobre su copa haciendo como de tapa. De ahí proviene la “tapa de jamón”. Al Rey Alfonso XIII le gustó tanto que pidió otra tapa. Desde entonces, se popularizó “la tapa de jamón”.
Los puntitos blancos en el jamón ibérico
La presencia de puntitos blancos es una de las curiosidades del jamón ibérico que más controversias genera. Esto no quiere decir que el jamón esté malo, sino todo lo contrario. Es un falso mito. Estas manchas blancas en el jamón son cristales de tirosina y simbolizan que el proceso de curación del jamón se ha llevado a cabo de manera correcta y que estamos ante una pieza de calidad.
Propiedades curativas del jamón ibérico
El poder curativo del jamón es otra de las curiosidades del jamón ibérico que te sorprenderá. Más allá de su sabor y todos los beneficios del jamón ibérico para la salud, existe constancia de que en la antigüedad, la medicina más antigua llevada a cabo por Hipócrates de Cos (medicina griega), recomendaba a los enfermos de la época el consumo de jamón debido al alto valor nutritivo de este alimento.
Curación óptima del jamón ibérico
La curación mínima de los jamones ibéricos de bellota es de 36 meses, y en las paletas, entre 20 y 22 meses. No obstante, la estancia óptima en bodega dependerá del peso de cada pieza.
Nuestros jamones de bellota ibéricos son productos curados en secaderos naturales y bodegas al aire serrano de Sierra Morena, durante un periodo que oscila, dependiendo de su peso, entre los 36 y 48 meses.
El jamón y su maridaje: ¿Vino tinto o blanco?
Otra de las curiosidades del jamón ibérico es su maridaje. Aquí hay varias teorías y para gustos, los colores.
Lo cierto es que el jamón ibérico NO tiene por qué ir siempre acompañado de vino tinto. De hecho, es mejor el vino blanco. Tiene un sabor más dulce que el tinto y potenciará sus matices. Desde Jamones Caballero te recomendamos tomar nuestro jamón con manzanilla, semi dulce o cava. De esta forma, disfrutarás de todos los matices del producto ibérico.
El jamón más caro del mundo
¿Te preguntas dónde y cómo se vende el jamón más caro del mundo? El jamón de la Dehesa de Maladúa, en Huelva, entró a formar parte del Libro Guinness de los Récord en 2016 como el más caro hasta la fecha, vendiéndose a 4.100€ la pieza.
Hasta aquí nuestra selección de curiosidades del jamón ibérico. Esperamos que este artículo te haya resultado, nunca mejor dicho, cuanto menos curioso.
Desde Jamones Caballero te ofrecemos jamones ibéricos y embutidos de calidad. Echa un vistazo a todas nuestras ofertas y disfruta de productos únicos que nos regala la gastronomía española.